domingo, 15 de julio de 2012

EL ARTE DE PIROPEAR PARA AGRADECER

Sobrevivimos otro año y debemos celebrarlo con respeto y responsabilidad.

Sin necesitar llegar a creer en el milagro de los panes y los peces (para los que no creen), vivimos otro "milagro cotidiano" que, todos me perdonen, creo que no se resalta lo suficiente en la Biblia como Libro Santo aunque sepamos de él por contadas historias holiwoodienses y libros que recogen otras religiones y filosofias.

Las cantidades economicas derivadas del ingreso de socios se mantienen afortunadamente. Necesitando como desde el inicio, duplicar esas cantidades fijas de apoyo para, poder contar con una estabilidad economica que nos permita iniciar nuevos programas y/o proyectos a un plazo, mas largo que el oficial de la subvencion concedida, el año pasado recibimos donaciones particulares extraordinarias que ascendian los 20 mil euros para el Hogar.

Desde el inicio, hemos sido claros y hemos dividido los ingresos correspondientes a Cusco, Selva y Hospedaje, y si bien es cierto que todavia, con las inversiones iniciales relizadas el año pasado en el Hospedaje no se han dado beneficios economicos, si hemos podido desarrollar gracias a la financiacion de la Obra Social de Unicaja con su aporte de 18.000 € y del Ayuntemiento de Marbella con 3.000 €,  el programa de implementacion y capacitacion de menores en las actividades de mantenimiento y atencion del hostal, durante el tiempo que estas cantidades nos han permitido. De manera paralela, una persona amiga nos ha donado diez mil euros para el hostal con lo que hemos podido alargar, mejorar y compartir con el Hogar esas cantidades.

Necesitaremos que la actividad del Hospedaje genere mas ingresos para poder saldar las deudas de alquiler que mantenmos con la dueña del imueble, y tener beneficios que permitan continuar luchando por el objetivo del Hogar, que es lograr vida para los chicos, siendo el  hostal  uno de sus medios, no uno de sus fines.

Al milagro, al acontecimiento extraordinario y al ejemplar que se genera cada dia en el Hogar de las Estrellas es a lo que queria dedicar esta carta.

Hay mucho amor, se trabaja con mucha entrega, se sufren muchos sacrificios y se silencian muchos dolores propios y ajenos con abrazos, hambre, sentimientos de impotencia, de desesperación, de angustia y de falta de esperanzas.

Son varios ya los meses que economicamente no cubrimos todas las necesidades de nuestras estrellas, niñ@s y trabajador@s, y desde aqui nuestro mayor reconocimiento hacia ellas y ellos, personas de gran corazon que luchan anonimamente por darles una vida, unas horas, unos momentos de alegria y felicidad a nuestros niños.

Cada trabajador del hogar tiene nombre y apellidos, familia, alquileres que pagar, cuotas que cumplir y responsabilidades personales a las que responder. Muchos han tenido que retirarse, pero otros, y ahí el milagro o la magia o la extraordinaria fuerza del AMOR, continuan abrazando, despertando, alimentando, arropando y queriendo a nuestros niños, con unas carencias personales enormes pero con mucho mucho amor para dar.

No sé cómo calificar esta entrega ajena a reproches, que va mas allá de limites que cualquiera pudiera imaginar, y no sé como honrarles, agradecerles y manifestarles toda nuestra admiración y respeto.

Los voluntari@s en el hogar ayudan muchisimo. Comparten con nuestras trabajadores sus dolores cotidianos y sus barreras infranqueables. Ayudan en el cuidado de los niños y apoyan fisica y emocionalmente a los trabajadores.

Hay palabras que no bastan y que, sobre todo a mi, me desaparecen cuando las imagenes que veo son tan impresionantes que es mi mente la que enmudece, revistiendome de recuerdos innominados. Impresionada y emocionada, le deseo la mayor de las fortalezas a trabajadoras, trabajadores, voluntarios y voluntarias del hogar, y si alguien puede nominar esta entrega sacrificada ensalzando la valentia de cada uno, seguro y en nombre de todos, les agradeceremos sus piropos. Gracias