jueves, 5 de mayo de 2011

La educación y la vida

Todos los días nuestras estrellas van al colegio, a varios colegios en una furgoneta alquilada, movilidad escolar como se llama aquí.
Wilbert llega con su furgoneta a recogerlos, nunca a la hora, ni nunca antes de media hora tarde, con lo que todos los niños todos los días, llegan tarde al colegio, pero nos compensa con creces. Wilbert es  responsable, un hombre bien bueno, el esposo de nuestra antigua profesora Sylvia. Lleva y recoge a los niños con mucho cariño. Antes de él, el contrato de movilidad escolar era con otra persona, y no era raro el día que o nos faltaba alguno de nuestros niños o llegaba un niños al hogar que no era de los nuestros.

También, del antiguo colegio al que iban, un centro estatal, nos desaparecieron seis niños, en solo un par de años hasta que decidimos nosotros asumir la educación de nuestros niños abriendo un colegio privado. Primero lo hicimos nosotros y tras dos años, varias buenas profesoras abrieron el Centro educativo especial Camino nuevo, particular en Cusco, al que asisten ahora gran parte de nuestros niños.

Rosalinda es la primera que entra, a las 8,45, cerca de la plaza de Pachacutec al Colegio Sol Radiante. Ella es sorda y va por primera vez a un centro regular, junto con otros tres compañeros mas de su antiguo colegio y una profesora de apoyo del CEBE San José de San Martín.

A las 8 entran Fabio y Naisha al Colegio San Jose de San Martín, colegio estatal que tiene dos aulas para chicos con discapacidad auditiva, que queda a unas cuatro cuadras del colegio de Rosalinda.

Luego, a las 8 y media, entran al  Colegio Camino Nuevo, llegando siempre tarde, Franklin, Alejandro, Danny, Jesica, Didi, Sarina, Carmen Luz, Natalia, Yolanda la tiki, Edwin, Mayde.

En dirección contraria, Katy, Paloma y Yolanda, asisten a otro colegio regular, en integración y bajo la supervisión del Colegio Camino Nuevo.

Nuestros dos enanos, Joel y Sara, asisten al nido del ausangate, de 8 y media a 1 de la tarde.

Al hostal con Edith , van a trabajar en las mañanas Juan Pablo, Willy, Candy y Marleny.

En la casa se quedan, Alan, Manuel, Livio, Joaquin, Betsi, Pilar, Eufemia, Benedicto, con una monitora que los hace pasear, ensartar cuentas para que otros hagan artesanía, pelar papas y doblar ropa entre otras cosas, ya que a excepción de Livio y Joaquín que son pequeños y no pueden asistir al colegio por su enfermedad, los demás son ya mayores de edad y no nos los aceptan en ningún centro educativo ni rehabilitador.

Así comenzamos los días, viendo a los que salen al mundo en bus y a los que vuelven a quedarse con monitoras en la casa.

El hogar queda en silencio.

Están además, Cesar, nuestro cocinero, Liliana, la encargada de la lavandería, y Rafa, el encargado del mantenimiento. Estos tres últimos han sido niños criados en el hogar que solo sufren deficiencia auditiva y ya forman parte de nuestra planilla de trabajadores.

Cuando todo parece quedar en calma es cuando los teléfonos empiezan a sonar. Que si alguna monitora del turno tarde no va a venir y hay que buscar reemplazo, que si debemos ir a recoger al colegio a alguno de nuestros niños que se ha caído, enfermado, convulsionado , y la mayoría de llamadas, son de juzgados o de fiscalias de la Región, solicitando cupo para algún niñito del que te cuentan una historia espeluznante de abandono, enfermedad y malos tratos, y debes como puedes, buscar alguna alternativa antes de decirle que no hay posibilidad de ayudarle.

En estos casos, en todos estos días en los que el mundo se te viene abajo y te das cuenta que si tuviesemos mas fondos podríamos cambiar la realidad de muchos mas niños y familias y en consecuencia, influir al fin en un nivel considerable en la sociedad peruana, es cuando recibes un abrazo mocoso de Alan, que hacía tiempo, horas que no se te acercaba, o cuando recibes una llamada de una asistenta social que mas parece un angel limeño, preguntándote si ha habido algún avance en todas las gestiones y peticiones que hice los primeros meses del año en Lima para no vernos obligados a cerrar el Hogar por falta de financiación.

Los avances son lentos...

Si hace unos meses, al constatar la falta de financiaciones oficiales españolas que cubriesen el nivel minimo de gastos necesarios para sobrevivir (comenzamos el año con un deficit del 40% anual), se me rompió el corazón al saber que debería cerrar el hogar y dejar a los niños en la indigencia esperando morir, hoy día, después de haber tenido una jornada dolorosamente mala en aspectos profesionales y evidentemente personales, habiendo pasado en semanas el limite que se le dió al Estado peruano para que nos asistiese impidiendo el cierre del hogar, he sentido la felicidad mas inmensa al saber que una amiga a la que quiero mucho, esta embarazada.

Y de repente, vuelves a creer con una fe ciega en lo que haces. Es un baño de vida que consigue quitarte el amargor de desperdiciar horas de colegio pagadas, o de las discusiones con compañeras que creías amigas pero que nunca lo fueron.

Llega un bebe sano al mundo, y es razon mas que suficiente para que demos nuestra vida para que el mundo que encuentre sea mejor que el de ahora....

La educación queda relegada a la vida, y para nuestros niños, recibir educacion es recibir oportunidades de vivir. Puede que ninguno sepa leer ni escribir, ni comprendan de donde vienen los niños o porqué se hace de noche o de dia, pero la posibiidad de salir al mundo a relacionarse con otros chicos que desean como ellos aprender, es motivo mas que suficiente para que nos sintamos felices por el esfuerzo diario.