sábado, 4 de junio de 2011

La salud y la razón.

Ayer estaba con una amiga cenando una ensalada en un lindo lugar de Lima, hablando de nuestras vidas, hablando del hogar. Podiamos estar conversando de destinos paradisiacos, de viajes imposibles, de libros, de peliculas de cualquier otra cosa, pero no fui capaz de no hablar del hogar.

Ahora tenemos de golpe a bastantes niños nuevos. Si la llegada de uno altera la dinamica cotidiana, la llegada de mas de cinco a la vez con diferentes pasados, capaciades, habitos y maneras de enfrentar el miedo es, real y locamente interesante, y aplastente economicamente, podriamos pensar que hasta irresponsable.

Le contaba que todavia no les hemos podido hacer los analisis basicos a los niños nuevos, los analisis que significan puramente tener conocimiento o descartar las posibilidades de contagio de enfermedades peligrosas o mortales, ya que el Estado no nos lo cubre, pues estas enfermedades podrian ser o pueden entenderse como secuelas o consecuencias de su discapacidad, concepto que de base no cubre el Estado.

Con esto quiere decir que, si solicito un analisis de VIH o de hepatitis, o de tuberculosis, o de enfermedades de transmision sexual, nuestros niños no tienen derecho a ellos, pues estiman que de haber contraido alguna de estas enfermedades es por consecuencia directa de su discapacidad.

Niños menores de 9 años rescatados de prostibulos, de la calle, de pueblos ancestrales donde abusan de ellos, de sus hermanos, de sus madres. Ellos, no tienen derecho al analisis gratuito por parte del Seguro Integral de Salud del Estado, SIS, porque decidieron que si esos niños no hubiesen tenido discapacidad no habrian estado expuestos a tales riesgos. Las mortales posibilidades, no solo para ellos sino para el resto del grupo no incluyen por supuesto, tener la esperanza de algun dia saber, a ciencia cierta, qué le sucede a cada uno, porqué esta asi y si puede mejorar.

La semana pasada conseguimos que un doctor del ambulatorio de San Jerónimo, nos diese con una referencia la posibilidad de realizarle estos analisis a tres de nuestros niños, todo un exito al menos.

Felices, fuimos al Hospital Regional de Cusco. Nos atendió un doctor que estimó no cursar la orden de referencia para la peticiónde los analisis, primero, porque aún sin levantarse de la silla tras el escritorio, no veia sintomas externos de ninguna de estas enfermedades en los niños, y segundo, porque por cada analisis extaordinario que le mandase a cualquiera de sus pacientes a él, al doctor, le descontarían 8 soles ( 2 euros) y  no iba a perder su plata por nosotros, ya que, dijo mirando fijamente a los ojos de la enfermera Quely... "SI NO TIENEN PLATA PARA ATENDER A ESTOS NIÑOS POR MEDICOS PRIVADOS, ¿PARA QUE ABREN UN HOGAR?"

Ella, la amiga a quien le contaba, limeña e involucrada con la realidad de las personas con habilidades diferentes, se sorprendió, le extrañó, lo definió como actitud delictiva, punible.
Luego cambiamos de tema, y pasé a contarle otra historia.